BELÉN
En esta etapa, la invitación está orientada a:
“ Reconocer como Dios nos llama, visita y acompaña en nuestra realidad familiar de cada día”
Belén precede a Nazaret, no sólo porque los hechos que suceden en torno al nacimiento llevarán a Jesús a Nazaret, sino porque el espíritu de lo que será su vida allí, está contenido en las opciones esenciales significadas en Belén.
Podemos descubrir tres Significados / sentidos del pesebre:
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En primer lugar, el pesebre significa que Jesús se inserta como pobre. Más allá de las circunstancias de carencia y desamparo, Jesús se situó deliberadamente entre los pequeños y menospreciados.
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En el pesebre se expresa la revelación de un mensaje de gozo y esperanza para toda la humanidad.
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En Belén, Dios se manifiesta y acoge, a los que le buscan por otros caminos (los magos). Su venida y su propuesta de salvación –Vida- es para todos.
Si recorremos en nuestro corazón, el camino que cada uno realiza a diario, seguro podemos encontrar rastros de la presencia de Dios en medio de nosotros: personas con las que nos hemos encontrado, grandes alegrías que han tocado el corazón, tristezas que nos han puesto en contacto con nuestra humanidad, desafíos superados, esperanzas que brotan y momentos de oración íntima con Dios.
En esa cotidianidad Dios se hace presente, en esa cotidianidad acontece nuevamente Navidad, acontece nuevamente Belén. El Santuario donde Jesús nació, es hoy también nuestro Belén, donde Dios se regocija. De manera similar, nuestra vida -nuestras alegrías, preocupaciones y necesidades- es nuestro Belén, en cuya aurora Dios se regocija.